martes, 25 de enero de 2011

El saúco, la montaña y objetos encontrados...

(1) "Un árbol donde habitan dioses benéficos, un dragón verde, un báculo y su serpiente, una basílica primitiva y murciélagos ¿qué más?

El viernes 20 de agosto volvimos a la casa de Ódena, lugar donde casi todos (según la última reunión del parque) dijimos era el mejor que habíamos encontrado hasta ese momento y el idóneo para nuestro proyecto del parque de Estudio y Reflexión en Cataluña. En la camioneta en que viajábamos cinco personas mencioné que ya no me referiría a esta casa como “posible futuro parque”, el “presunto parque”, como se hace en el periodismo que por razones judiciales menciona así situaciones que son obvias.

En fin…  ya llegados al parque Ódena nos pusimos a barrer con la escobas nuevecitas que llevó Raúl W., en cierto momento vimos que ya no era oportuno seguir en esta parte de la casa y nos dirigimos a limpiar el “gallinero”, así le nombramos, pero no es exactamente esto, sino una caseta muy bien acondicionada, incluso con calefacción que seguramente sirvió para dormitorio y protección de algunas aves, no sabemos cuales, no hay vestigios, cacas ni plumas por el recinto, una estructura de aproximadamente 10 por 3,50  y 2,50 mts de altura de malla metálica incluso con techo de malla, una gran jaula, que bien puede ser renombrada como “la pajarera”.

 

Los arbustos contiguos entre ellos un rosal silvestre han pasado sus finas ramas por la malla y luego han crecido muchísimo; sobre todo un árbol de vainas coloradas que creemos puede ser un olmo, sus ramas han engrosado y comenzaron a romper la malla de metal, fuimos podando y cortando estas ramas y con el rastrillo fui arrastrando lo cortado hacia una parva que luego llevaríamos al exterior. Me encontraba en este trabajo cuando oigo un golpe metálico del rastrillo contra otro metal,  para mi sorpresa se trata de una vara de metal (bronce) de aproximadamente 50 cm y dije –¡Encontré mi caduceo, el que dejé en Argentina!!!! 

 

 

 

Mi alegría fue mayúscula, me invadió un tren de bellos recuerdos y emociones que intercambiamos con los amigos presentes. 

Seguidamente pedí ayuda –esas ramas de dentro de la caseta hay que sacarlas pero me producen desconfianza ¿alguien se anima a hacerlo?, estaba segura que abajo habría una alimaña, no sabía bien, si araña o serpiente, pero mi intuición era muy clara. Uno de los valientes comenzó a sacarlas hacia fuera y sorpresivamente surgió una culebra, parecía muerta, pero luego comenzó a moverse y levantó la cabeza y nos mostró su poder, tendría más de un metro.

 

Mientras tanto frente a nosotros a unos 70-80 metros Pilar dio un grito de sorpresa; ¿qué habrán descubierto? nos preguntamos y jugamos con imágenes graciosas. En la casa estaba sucediendo algo… Los arquitectos y un grupo se movilizaba hacia otra parte de la casa, nosotros fuimos hacia allí y nos dicen ¡una basílica! ¡Hemos encontrado una basílica!! Rodeamos la casa y entre un follaje muy agreste de zarzas y avispas se descubre una portón caído y un espacio de piedra de unos 10 x 4 metros o incluso más amplio diáfano abovedado ¡un cilindro!! ¿Un granero? ¿Un templo primitivo? Bajo tierra, bajo la casa derruida, pero que sostiene los cuatro arcos (¿las 4 puertas a nuestras cuatro disciplinas?). 


No sabemos que es pero estamos todos extasiados… ¡ya tenemos nuestra Sala!  Estamos conmocionados.

Más tarde Maha me dice:

“Aquí se podrá decir: –no tenemos Sala pero tenemos al mismísimo Silo.”

 

Estamos todos felices ha sido un día de bellísimos descubrimientos: “El poder curativo de este lugar” es indudable para mí, ya se que es una interpretación, quizás para algunas miradas infantil, pero veníamos desde la visita del sábado anterior donde descubrimos el árbol de Saúco (“donde habitan dioses benéficos, de cuya presencia deberíamos alegrarnos”1) y el “Dragón verde protector” 2 (las montañas de detrás de la casa dibujan un dragón acostado) vislumbrando secretos de la casa de Manuel Colom; aquellos del sábado anterior ya eran suficientes, pero estos nuevos hallazgos nos ponen en evidencia de signos de lo Sagrado.

Luego de unos días agrego este recordatorio, ya que varios amigos me hicieron notar que los dejé fuera; y como muchos amigos ya los hemos visto habitan la casa numerosos murciélagos, que incluso me hicieron comentar, “que tendríamos que desalojar a la familia Drakulin…”  Como gran ignorante de este tema me puse a buscar información y encontré muchísima, gran cantidad de datos y mucha mitología5 de diferentes pueblos…

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