“Según viejas creencias, en el saúco habitan dioses benéficos de cuya presencia deberíamos alegrarnos. Cada año, en primavera, las flores blanco amarillentas del saúco y su intenso aroma seducen a los excursionistas; cada otoño cubre el suelo con un jugo entre negro y violeta, conforme sus bayas maduras empiezan a caer.
Los principios activos de las flores –sobre todo, los aceites esenciales y los flavonoides y, en segundo lugar los minerales y las vitaminas- tienen efectos muy beneficiosos sobre el sistema inmunológico, sobre todo para combatir los catarros y la gripe. Al igual que la infusión de flores de tilo, la de flores de saúco se puede tomar para lograr una buena transpiración.
Además facilita la expulsión de mucosidad y atenúa las molestias en caso de fiebre y resfriado.”
“El aceite del árbol del té” de Sven-Jörg Buslau & Gisela Schreiber. Ediciones Obelisco 2002
2. “El dragón verde, cuyas colinas aportan abundancia y prosperidad.” La escuela de las formas en el feng shui de Lillian Too Edaf Madrid 1997.
Sobre el “Dragón” también dice Juan-Eduardo Cirlot, en su Diccionario de Símbolos; recordando que tenemos un dragón acostado, “el dragón genérico chino simboliza la pervensión sublimada y superada, pues implícitamente, se trata de un “dragón domado”, como el que obedece a San Jorge después de haber sido derrotado. También tiene una profunda y total significación cósmica, simboliza la “vida rítmica”…
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